La colaboración NASA-ISRO potencia el monitoreo terrestre con el satélite NISAR

La cooperación entre NASA y la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) ha llevado a un progreso notable en la habilidad para observar cambios sutiles, aunque importantes, en la superficie terrestre. El lanzamiento del satélite NISAR (Misión de Radar de Apertura Sintética NASA-ISRO) representa el primer proyecto de satélite conjunto entre estas dos naciones y podría transformar nuestra comprensión y respuesta ante los desastres naturales.

El satélite NISAR, que despegó desde el Centro Espacial Satish Dhawan en la India el 28 de marzo, cuenta con dos tipos de radar de apertura sintética, creados por ambas agencias espaciales. Con una habilidad singular para detectar incluso los menores cambios en la superficie de la Tierra, esta misión podría revolucionar nuestra habilidad para vigilar fenómenos geológicos, tales como deslizamientos, sismos, y la actividad de glaciares y capas de hielo. Este satélite también favorecerá la preparación y reacción ante catástrofes naturales, como huracanes, erupciones volcánicas, inundaciones y fuegos forestales.

El monitoreo avanzado del planeta

El NISAR orbitará la Tierra 14 veces al día, completando escaneos de casi todas las superficies terrestres y de hielo del planeta cada 12 días. Su objetivo es detectar cambios de hasta fracciones de pulgada en la superficie terrestre, proporcionando datos extremadamente detallados sobre la dinámica de la Tierra. Utilizando radar avanzado, NISAR podrá ver a través de nubes y lluvia durante el día y la noche, lo que lo convierte en una herramienta invaluable para la observación continua de eventos geológicos y climáticos, sin importar las condiciones meteorológicas.

El satélite está diseñado con dos tipos de radar: un sistema de banda L de 25 centímetros de longitud de onda y un sistema de banda S de 10 centímetros de longitud de onda. Estos dos radares permiten medir diferentes características de la superficie terrestre. La banda S, con su longitud de onda más corta, es ideal para medir objetos pequeños, como hojas de plantas o la rugosidad de las superficies, lo que es útil para monitorear cultivos y la vegetación. Por otro lado, la banda L, con su longitud de onda más larga, tiene la capacidad de penetrar doseles densos de árboles, lo que permite estudiar la estructura forestal y detectar rocas o troncos en el suelo.

Aplicaciones científicas y humanitarias

NISAR no solo proporcionará información crucial sobre la actividad sísmica y volcánica, sino que también será una herramienta clave en el monitoreo de la agricultura, el cambio climático, y la gestión de recursos naturales. Al estudiar las deformaciones del terreno, el satélite puede ayudar a predecir posibles terremotos, identificar movimientos peligrosos en infraestructuras como represas o diques y detectar el contenido de humedad en el suelo, lo cual es vital para la agricultura.

La misión está diseñada para ofrecer datos de libre acceso que servirán a científicos y gobiernos en el mejoramiento de la preparación frente a desastres naturales. De acuerdo con Nicky Fox, administradora adjunta de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, el satélite contribuirá a una mejor compresión de los movimientos de la corteza terrestre, que con frecuencia son tan imperceptibles que casi no pueden ser detectados. Esto podría cambiar radicalmente la forma en que las personas se alistan para enfrentarse a fenómenos como huracanes, terremotos, y otros desastres naturales.

Un esfuerzo colectivo promovido por la cooperación global

El satélite NISAR representa no solo un logro en la ciencia, sino también una evidencia de la colaboración internacional. En 2014, NASA e ISRO iniciaron una alianza formal al firmar un acuerdo para trabajar juntos en este proyecto. El satélite es fruto del esfuerzo colaborativo donde ambos países sumaron tecnología, infraestructura y conocimiento. La NASA contribuyó con la antena de radar reflectora y diversos subsistemas del satélite, mientras que ISRO fue responsable de la estructura del satélite, el cohete lanzador y la calibración del radar de banda S.

Karen St. Germain, directora de ciencias de la Tierra en la NASA, destacó la importancia de esta colaboración al decir que «NISAR une a Estados Unidos e India para estudiar juntos nuestro planeta». A lo largo de los años, tanto la NASA como la ISRO han superado diferencias geográficas y horarias para lograr completar el proyecto, con el trabajo de los equipos combinados desde dos continentes diferentes, en un esfuerzo verdaderamente internacional.

Impacto global y futuro de la misión

Este acontecimiento sobresaliente no solo marca un momento clave para las organizaciones espaciales de Estados Unidos e India, sino que también influye de manera relevante en la comunidad científica internacional. La información que NISAR obtenga estará accesible para naciones de todo el planeta y se empleará en sectores como el manejo de emergencias, la agricultura y la observación del clima. La misión encarna el propósito de India de actuar como un «colaborador internacional» dedicado al progreso general de la humanidad, como destacó el ministro de Ciencia y Tecnología de India, el Dr. Jitendra Singh.

El impacto de esta misión no solo se limita al ámbito científico; también abre la puerta a futuras colaboraciones espaciales entre países, marcando el inicio de una era en la que la cooperación internacional es clave para enfrentar los desafíos globales, desde el cambio climático hasta la preparación ante desastres naturales.

Por Rubén Soto Carmona