El Secretario Nacional de Ferrocarriles, Henry Faarup, anunció que la primera etapa del ambicioso proyecto de tren Panamá‑David‑Frontera comenzará a ejecutarse en los primeros tres meses de 2026. Este primer tramo abarca la ruta desde Panamá Pacífico hasta Divisa, considerada una de las más accesibles y viables desde el punto de vista técnico, lo que permitirá iniciar la obra de forma más eficiente.
Este tramo inicial abarca alrededor de 210 kilómetros y forma parte de un plan completo que considera 475 kilómetros de línea de tren. Se ha planeado que su implementación se finalice en un periodo de aproximadamente siete años. Se anticipa un impacto notable en la conexión entre la metrópoli de la capital y las provincias internas, beneficiando la movilidad, el comercio y el desarrollo local.
En una conferencia de prensa, Faarup destacó que el Reino Unido encabeza las manifestaciones de interés para apoyar financieramente la propuesta. El Gobierno británico ha dispuesto hasta 5 mil millones de libras esterlinas en préstamos, de los cuales aproximadamente 3.5 mil millones podrían ser destinados a financiar esta fase inicial. Paralelamente, el Banco Europeo de Inversiones también manifestó su disposición a proporcionar apoyo económico al proyecto, señalando que «Europa en su conjunto desea» contribuir al desarrollo de esta infraestructura esencial.
El líder también anunció que realizará un viaje al Reino Unido en septiembre para concretar los acuerdos necesarios. Asimismo, indicó que se está evaluando la posibilidad de nombrar a un técnico especializado —un “operador encubierto”— quien se encargará de la gestión ferroviaria durante los primeros cinco años de funcionamiento, mientras el país entrena a su personal para que gradualmente asuma el control operativo.
Este segmento inicial fue planeado para enlazarse directamente con la futura Línea 3 del Metro en Panamá Pacífico —donde habrá una estación especial— permitiendo así la integración multimodal del sistema de transporte. Además, considera varios elementos técnicos importantes: trenes de pasajeros alcanzando velocidades de hasta 180 km/h y trenes de carga viajando a 100 km/h, conectados con los puertos y rutas logísticas actuales.
La visión de largo plazo prevé que esta infraestructura no solo agilice el transporte interprovincial, sino que actúe como catalizador de un nuevo eje económico entre la capital y el interior, impulsando el desarrollo local, desahogando el tránsito terrestre y promoviendo la descentralización productiva.
Los análisis técnicos, que abarcan aspectos ambientales, geotécnicos y de demanda, están siendo desarrollados por una consultoría internacional. Una de las compañías elegidas para elaborar el diseño del plan maestro del proyecto es la firma estadounidense AECOM, que ya está ocupada en la revisión técnica del corredor y en los estudios de viabilidad preliminares del primer tramo.
Faarup destacó que, además del financiamiento, el proyecto se basará en una planificación sólida y abierta. Cada tramo será analizado y evaluado minuciosamente, llevando a cabo su ejecución de manera progresiva para asegurar tanto la calidad en la construcción como una implementación responsable. «Se ha diseñado desde un enfoque global, teniendo en cuenta la logística, el acceso urbano y la sostenibilidad», declaró.